Tomé una decisión: Voy a emigrar

-"Tomé una decisión: Voy a emigrar a otro país"

«Emigrar es uno de los procesos más transformadores que vas a atravesar. Un antes y un después en tu camino, sin duda no volverás a ser la misma persona» J.B

¿Qué difícil emprender un viaje del que no tenemos ningún tipo de representación psíquica anterior, no? Y no hablo de los viajes tradicionales, esos que vas a una agencia de viajes a sacar un billete, o te metes en un buscador múltiple de vuelos para ver cuál es el mejor precio, no, hablo de un viaje interior, un viaje experiencial.

Cuando digo «no tenemos ningún tipo de representación psíquica anterior» me refiero a que tomamos la decisión de emigrar, basada, en el mejor de los casos, en nuestro deseo e iniciativa, pero sin conocer de que se trata esta experiencia, o lo que es aún mas complejo, generando nuestras expectativas a base de una idealización social sobre emigrar.

Que hay un mundo idealizado alrededor de emigrar, es algo evidente, bastaría con googlear alguna noticia para confirmar el mito de que «emigrar es Disney», el camino para hacerse millonario, dónde no hay problemas, y dónde si estás triste o tenes un mal día, no pasa nada, total ganas en euros o dólares y siempre hay un pasaje low-cost para viajar a Ibiza. Sí, estoy satirizando un poco, pero creanme que conceptualmente no estamos tan lejos de eso.

Lo alarmante no es tanto la idealización en si misma, sino el impacto que tiene en las personas. En un mundo de fantasía y deseo perfecto, cuando nos enfrentamos a la realidad, incluso aunque esta sea «buena», nada va a estar a la altura de las expectativas prefabricadas.

La adaptación al emigrar requiere de tiempos lógicos. Un ejemplo que suelo traer mucho en los talleres que hacemos en el club, para explicar este concepto es el siguiente: «si yo te preguntara que tendrías que hacer para aprender a tocar un instrumento, seguramente tu respuesta sería: tomar clases, practicar, leer teoría, claro, un proceso que tiene un tiempo lógico inalterable, te sería imposible pensar que podes tocar la batería de un día para el otro sin haber hecho nada, bueno en la emigración es igual». Hay distintos procesos psíquicos y vivenciales que hay que atravesar para empezar a adaptarnos al nuevo lugar y a la nueva versión de quienes somos y quienes queremos ser hoy acá.

La adaptación va a estar dada por transitar diferentes hitos claves y construir pilares fundamentales para la emigración, uno de ellos sin duda el plano social y el sentimiento de pertenencia, de los cuáles hablaremos en otra publicación en más detalle, sumado a la gestión emocional de la transformación en la identidad que atraviesa una persona al emigrar. Pensemos que entre otras variables, la identidad de una persona está conformada por su historia, sus calles, su cultura, sus vínculos, su lugar de trabajo, su profesión, hasta hay implicancia en el kiosco que elige todos los días para ir a comprar un chocolate, y eso al comenzar una vida en otro país no está, o no al menos no de la misma forma.

¿Qué puede sentir entonces una persona cuando emigra? al principio seguramente se sentirá en un modo «luna de miel» donde todo es novedad, son los primeros descubrimientos, pero con el pasar de los días, van a empezar a aflorar otros sentimientos (siempre digo y eso es clave: cada proceso migratorio es personal y está atravesado por la historia vital de la persona) al estilo «montaña rusa emocional» en donde quizá en un mismo día nos sintamos los más felices del mundo por la decisión que tomamos y dos horas después en la duda de si fue la decisión correcta. Tranquilo, tranquila, es esperable.

Los primeros meses en la emigración están caracterizados por la ambivalencia del «me quedo acá o me vuelvo a mi país» con el paso del tiempo, el ir generando pertenencia y otros recursos cada vez ira alivianando. No te olvides que estás transitando un duelo múltiple: el duelo migratorio del que ya hablaremos en profundidad más adelante.

En conclusión, emigrar es un proceso que implica distintos desafíos emocionales, pero con una gran ganancia personal: un gran proceso de aprendizaje y autoconocimiento que sin duda marcará en vos un antes y un después.